¿Quién no quiere una carrera de emociones intensas, anécdotas heróicas, súper poderes y conocimiento reservado para unos cuantos? ¿Pero quién está dispuesto a pagar el precio de vivir en eterna disyuntiva y con el dolor como parte de la agenda? Estudio para siempre, paciencia para siempre, servicio para siempre.
De México a Boston, de Boston a México, del esfuerzo a la gloria y de la gloria al inicio otra vez. No tenía oficina, ni plaza, ni sueldo. Sólo una silla en medio de un pasillo y las oportunidades no eran para ella. ¿Cómo les suena haber estudiado con honores y desvelos durante 14 años para, terminando, apenas empezar a trabajar? Pero nunca echarse pa’ trás fue su estilo. Entonces, tuvo que armarse de valor y vida.
Mujer de ciencias y mujer de personas, hoy su plan se trata de una bien ganada reputación y un equipo que la sigue, de toneladas de planes y toneladas de amigos, y de una familia cómplice.
Les cuento algo de sus métodos de salvamento: los tiempos de lectura y la despertada en la mañana muy temprano; esos suculentos momentos en que nadie la necesita.
¿Quién no quiere una carrera de emociones intensas, anécdotas heróicas, súper poderes y conocimiento reservado para unos cuantos? ¿Pero quién está dispuesto a pagar el precio de vivir en eterna disyuntiva y con el dolor como parte de la agenda? Estudio para siempre, paciencia para siempre, servicio para siempre.