Marisa Lazo

Quien diga que en México no hay empresario que no sea corrupto y abusivo, que voltee a ver a esta señorona rompedora de huevos para hacer galletas y pasteles deliciosos y rompedora también de paradigmas para dirigir su emporio. 

Relajada, alegre, confiada, no numérica pero sí muy intuitiva, con la ética y el propósito por delante, cree en ella misma y en sus valores, pues estos le han demostrado ser los correctos para crecer y derramar abundancia. ¿Qué más quiere un dueño de negocio? 

Está fuera de serie que hoy factura millones, empezó hace 33 años en la cocina de su casa. Su primera empleada, la nana de sus hijas, hoy sigue con ella pero vuelta doña gerenta, a la cabeza de un ejército de reposteros, a quienes exige control de calidad artesanal.

Sabiduría viene de “sapere”; se asocia con inteligencia pero también con buen gusto y sabor. El sabio no es sabio porque sabe cosas, sino porque sabe saborear la vida.