Cuida los intereses de los organismos que representa, crea entidades, revisa normas, prepara convenios, firma contratos y, en sus ratos libres, transforma mujeres.

Un cineasta amigo de ambas, Diego Osorno, dice de ella que es “una creadora de mucho calado”. Tiene razón. Desde la primera vez que yo vi algo de su obra, quise conocerla, entender qué pasa por la cabeza y la vivencia de una persona que cuenta las historias de élite de ese modo. Con sentido gremial y óptica individualista, con puntadas y profundidad. Con crítica y rigor.

Esta es la historia de una mujer a la que el destino le enchuecó los planes y le enderezó las satisfacciones. Su profesión –de 22 años en una empresota pública global– ha sido la de construir un gran campo de juego e impacto, que la hace sentir viva y siempre re-energizada. ¿Quién no quiere un trabajo así? Claro, también hay que dar extraordinarios resultados de negocio. Ella los da y le gusta el doble dígito.

Gina Diez Barroso es una figura clave del mundo empresarial mexicano y una defensora del empoderamiento femenino. En este episodio, comparte su visión sobre la inclusión, el liderazgo auténtico y el valor de intentar, incluso cuando se falla. Fundadora de una universidad reconocida y miembro de foros globales, su historia es prueba de que no necesitas encajar en moldes para dejar huella.

Hay específicamente 96 días que borraría de su propia película; porque duelen. Pero sobre todo, porque no la definen. Porque luego de la tremenda oscuridad, vinieron los muchos años de trabajo personal y aprendió que la historia que importa es la que cada quien decide contarse. Y la que ella se cuenta, claro, es una de gran bonanza y reconocimiento, de amor y mimos, de pasión y propósito; de amigos, de viajes, de proyecto, DE SALUD.

La edad no le hace nada. O más bien sí. La ha hecho libre, serena, distinguida; y le ha dado una sabiduría que muchas anhelamos. Es la mejor combinación de simpatía en las formas y seriedad en el fondo. Entiende perfecto el anhelado valor de estar bien. Le saca jugo. Es disciplinada, inteligente, asertiva.

¿Un prototipo de “Mujer de Negocios”? Aquí yo propongo a esta señora. Consentida del Ingeniero Carlos Slim para los consejos de administración de sus empresas, respetadísima por la comunidad empresarial de México; influyente, gran ejecutiva, gran jefa, y en lo cotidiano, una persona normal.

No trabaja porque tiene qué, trabaja porque AMA trabajar. Trabaja por retarse a sí misma, por crecer y porque el crecimiento lleva a la libertad. Además, se reconoce buena en lo que hace, cosa que sabe deliciosa, igual que sabe delicioso todo lo que asociamos con su emprendimiento.

Fue mamá justo cuando su carrera podía comérsela a ella y a su proyecto familiar. Pero paró, rectificó y salió avante. Hoy es buen ejemplo de que sí se puede todo. Las empresas no se adaptan a uno, si no al revés. Pero uno sí puede elegir qué empresa va con tus valores y si te dará cancha para crear y crecer.

Brains & Beauty. Profesionalismo y Gracia. En las maneras, en el análisis, en la escucha y en la preparación. Ella mantiene las relaciones como poca gente que yo haya conocido en mi carrera. Siempre está dispuesta, siempre intenta dar un paso adelante.